EDUCACIÓN NUTRICIONAL EN PRIMARIA


Este es un tema que me interesa mucho y al que he prestado mucha atención en los dos centros en los que he estado de prácticas en los dos últimos años de carrera. Esto es debido a que a lo largo de mi vida he sufrido un montón de cambios alimenticios y a raíz de esto de cambios físicos, que además, en mi caso han supuesto un montón de cambios psicológicos.

Cuando estaba en primaria me alimentaba bien, pero comía demasiado siempre, recuerdo ir a casa de mi abuela y cenar una hoya de macarrones habitualmente y más tarde un postre también bastante copioso. Esto supuso que cogí un peso considerable, que en el colegio en cierto modo me daba igual, pero cuando llegué al instituto empecé a darme cuenta de que no me gustaba, entonces empecé a controlar la alimentación y a hacer más deporte, ya que siempre he sido una persona deportista, pero si no controlamos la alimentación hay personas que tendemos a coger peso. A raíz de este cambio, empecé a notar un cambio en mi autoestima, me encontraba mucho mejor conmigo mismo y en la vida en general, el deporte y la alimentación saludable me hicieron estar mejor. Ha habido momentos de mi vida, y los sigue habiendo, en los que como  bastante peor o hago menos deporte, y rápidamente mi cuerpo se da cuenta y mi actitud cambia a peor, esto para mi persona es verídico y demostrable. 

En función de lo que he explicado en el párrafo anterior, soy una persona que se dedica mucho a observar la alimentación de los demás, y para el caso pues observo la alimentación del alumnado de primaria. En el centro en el que estuve el año pasado en Málaga, el tutor que me tocó había fijado un premio para aquellos alumnos y alumnas que trajesen alimentación saludable para el desayuno de media mañana. Se le daba diariamente una carita feliz, triste o intermedia, en función del desayuno que trajese cada uno, valorando aporte calórico, calidad del alimento, etc. En función de la media de caritas que tuviese a final de trimestre o curso se le premiaría con algo de nota en alguna asignatura. Aparte de esta actividad se hacía bastante hincapié de forma transversal en la alimentación saludable y en general en la vida saludable, esto se notaba bastante en los conocimientos del alumnado en lo que respecta a la salud. En este centro en el que estoy actualmente también hay un programa para que el alumnado conozca los beneficios de la alimentación saludable y demás, pero bajo mi punto de vista el alumnado está mucho menos concienciado con la salud que en el centro anterior, y los padres igual, ya que observo muchos alumnos y alumnas que traen un paquete gigante de galletas de chocolate para desayunar diariamente.

En mi opinión, en los centros debería haber más charlas, incluso algún espacio semanal en el que se educara tanto a las familias como al alumnado para conseguir llevar una alimentación saludable y perdurable en e tiempo, fuera de dietas estrictas y poco duraderas. Tengo bastante experiencia en el tema y se lo que ocurre, las personas no tienen ningún tipo de educación nutricional, muchas comen de más, otras de menos, alimentos de mala calidad, etc. Cuando se dan cuenta de que tienen un problema, ya sea por exceso de peso, falta de algún nutriente (falta de fuerza), falta de peso, o cualquiera de los muchos problemas derivados de una mala alimentación, van a un nutricionista, el cual les hace una dieta que ellos siguen a rajatabla y rápidamente se cansa porque todos nos cansamos de comer prácticamente lo mismo a diario. Si recibiéramos una educación nutricional, como yo he conseguido a base de informarme por mi cuenta, no tendríamos que seguir dietas estrictas ni comer diariamente prácticamente lo mismo y odiar ``hacer dieta´´. Para empezar, deberíamos conocer que aporte calórico necesita nuestro cuerpo para mantenerse estable, que cantidad diaria de grasas, carbohidratos y proteínas necesitamos diariamente, ya que esto varía en función de la actividad realizada, el peso, la estatura y el sexo del individuo. Sabiendo esto, que es algo básico en nutrición, podemos organizarnos una alimentación variada a nuestro gusto, sin estar repitiendo alimentos ni nada por el estilo, mantenernos saludables y sentirnos mucho mejor con nosotros mismos durante toda la vida, sin subidas y bajadas debido a la desinformación que sufrimos, y esto lo digo por mí el primero, ya que he sufrido este problema en mis carnes mucho tiempo.

Un alumno o alumna con una alimentación saludable, que realiza deporte, que no come de más ni de menos, se encontrará mucho mejor anímicamente que uno que come un montón por la noche, o desayuna un paquete de galletas de chocolate, y esto es así pues nuestro cuerpo es inteligente y sabe lo que necesita y lo que no. Cuando le echamos la gasolina necesaria a nuestro cuerpo, gasolina de buena calidad, este funciona con mucha más frescura que si le echamos gasolina de mala calidad.

Bajo mi punto de vista, la educación nutricional debería ser una ventana obligatoria en primaria, ya que trae muchos beneficios para la vida en general y deberíamos darle el espacio que merece. Es cierto que, en mi caso al menos, he conseguido conocer los beneficios de la buena alimentación y el deporte por mi cuenta, pero no siempre es así. Conozco personas que llevan una mala alimentación a diario y no realizan ningún tipo de actividad física y no saben de los beneficios de hacer lo contrario pues no lo conocen ya que nadie se lo ha contado o no le han insistido en que lo prueben.

Es importante que si queremos iniciar a los niños y niñas en una educación nutricional saludable empecemos desde bien pequeños para que se acostumbren a todo tipo de alimentos y puedan comer gran variedad de comidas sin estar todo el rato objetando porque haya muchas cosas que ``no le gustan´´  o como yo pienso, creen que no les gusta porque no lo han probado bien. También es importante que les recomendemos alimentos saludables que sean ricos por su sabor o que estén cocinados de forma apetecible.

Con todo esto no quiero decir que no podamos comer alimentos con azúcar nunca, o unas galletas con chocolate, pues yo soy el primero al que le apetecen de vez en cuando, lo que si es cierto es que mientras más saludable sea tu alimentación, menos te apetecerán este tipo de alimentos, seguramente preferirás tomar un trozo de sandía que un bollicao cuando tu alimentación sea constantemente saludable, tu cuerpo te lo pedirá así. Pero si algún día sales a merendar con tus amigos y van a tomar unas tartas pues es importante que si nos apetece las tomemos, y esto lo digo sobre todo por los niños y niñas, si queremos que acepten una alimentación saludable como estilo de vida, no podemos prohibirles que se coman una tarta con los amigos, ya que de esta forma estaremos consiguiendo el efecto contrario, que el niño o niña tenga más ganas de la tarta y menos de alimentarse de forma saludable, pues por culpa de eso no puede comer tarta. No hay que obsesionarse con nada, es importante mantener un equilibrio y como ya he dicho conseguir algo perdurable en el tiempo, un estilo de vida.


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